2008/08/08

"Tiburón": Vamos a necesitar un barco más grande

Steven Spielberg ya apuntaba maneras y siempre necesitó un barco mucho más grande para contar sus historias, su "Tiburón" o "Jaws" como queráis, es una muestra del talento que el rey midas tiene. Un relato de suspense en estado puro, con la sombra de Hitchcock alargándose, ¿Cuántos de vosotros no os bañaríais en las playas después de ver esta peli?.

En la costa de un pequeño pueblo del Este de Estados Unidos, un enorme tiburón ataca a varias personas. Temiendo las fatales consecuencias que esto puede provocar en el negocio turístico, el alcalde se niega a cerrar las playas y a difundir la noticia. Pero un nuevo ataque del tiburón, en la propia playa, termina con la vida de varias personas. El terror se ha hecho público, así que un veterano cazador de tiburones, un científico y el jefe de la policía local se unen para dar caza al temible escualo.

Peter Benchley el autor de la novela, firmó también el guión junto con varios guionistas que dieron retoques al mismo, entre los que se encuentran el propio Spielberg o el guionista de Apocalyse Now John Milius. El libreto condensa sobretodo el elemento del suspense para narrar lo que sucede, que no es otra cosa que un tiburón que aterra una costa Estadounidense. A partir de ahí se generan unos personajes muy carismáticos, llenos de vida, y situaciones muy logradas, donde el verdadero terror está en no ver al bichejo en sí, y quedando muy claro el mensaje del guión, la supervivencia ante todo, la cabezonería de los que mandan y pagar el pato, que hasta que no afecta al protagonista (odiando el mar, buen punto este) más en concreto a su familia (un tema que le encanta a Steven) no se determina la parte final. Una parte final por cierto, genial, claustrofóbica (pese a que ocurre en pleno mar abierto) donde cada intervención del tiburón es más imaginativa y grandiosa, donde los personajes marcan las pautas, y el mítico barco se convierte en un elemento más para el suspense (¡Qué genialidad!). Quizás el punto más eclipsado, sea el que lleve a un toque fantástico (un tiburón enorme, que es más inteligente de lo normal, y que frecuenta las costas, no queda explicado tal fenómeno, pero no hace falta) que lo hay, y creo que se acierta de lleno en llevar al espectador a lo desconocido (el mar) y ponerlo a prueba. Para mi es un guión bastante clásico, donde cada frase está muy revisada (en el buen sentido) y donde el suspense vive, genial.

En el reparto, el protagonista indiscutible, el guardacostas más famoso del celuloide, el recientemente fallecido Roy Scheider y su mítico personaje Martin Brody, el alma del film, que dice muchísimo más con sus miradas e interiorismo que con sus actos en sí, buena representación. Al igual que Robert Shaw interpretando al tremendo y radical Quint, un personaje con características antagónicas pero con motivos muy considerables, buena aportación, de lo mejor del film. Destacar también al simpático Richard Dreyfuss ("Encuentros en la tercera fase") que aquí mantiene un rol muy entretenido de ver (experto en tiburones) y su juvenil aspecto es juzgado desde el principio, pero Spielberg lo perdona con el toque común y matando a Quint (¿Algo personal en la época que Spielberg rodó este film? jeje), Dreyfuss está genial. Por último destacar a los secundarios, sobretodo a Lorraine Gary como mujer de Brody, muy correcta en su papel, o los peces gordos (valga la redundancia) del pueblo, muy acordes dentro del film. Un reparto que cumple las expectativas y que ya forma parte del colectivo popular, por lo menos, marcó la carrera de Scheider.

Me gustaría comparar la dirección del GRAN Steven Spielberg con un avión que finalmente despega tras ir tímidamente por la pista, porque el rey midas realmente se queda con el espectador. Tenemos la primera mitad del film, donde su técnica se reduce a mostrar claramente donde ocurren los sucesos con un uso casi intenso de la dolly cam y los planos abiertos, va vislumbrando un dinamismo y pulso narrativo tremendos en alguna escena cumbre de esta primera mitad, sobretodo en el primer ataque del tiburón en la playa repleta de turistas (genial el montaje, cortando al paso de un bañista para cambiar de plano y elevar el dramatismo, sublime), pero realmente Spielberg sabía mucho más, y nos concede una parte final en pleno mar abierto que quita la respiración, usando infinidad de planos aunque tenga un lugar reducido (tan solo el barco) poniendo la cámara en los lugares más inimaginables, siendo mago del suspense y teniendo en vilo al espectador. Una dirección realmente sorprendente, quizás de las mejores de su carrera en mi modesta opinión. Ni que decir tiene, que la EXCELENTE banda sonora de John Williams es ya una referencia cinéfila que no se olvidará en años, quien no se acuerda de esas cuerdas inquietantes con la vista subjetiva del tiburón, magistral. Lo que destaco: La dirección de Spielberg, el guión con sus puntos de suspense y los personajes, la música de Williams. Escenas: La mítica escena inicial con la chica desnuda siendo atacada. El primer ataque en la playa, una escena para estudiar y respetar. Toda la parte final en el barco en mar abierto (sublime), incluyendo la historia de la segunda guerra mundial que el personaje de Quint narra en el interior del barco por la noche. Lo que menos destaco: Hay partes algo densas que no se hacen pesadas, pero pueden resultarlo para muchos. Una secuencia en la que el tiburón casi se come a un pescador, creo que sobra un poquito.

En general, estamos ante un clásico, una OBRA MAESTRA del suspense llevada a cabo por otro maestro, el señor Steven Spielberg, que aún siendo muy joven demostró que valía mucho más, así lo ha ido mostrando con sus films. Creo que se merece el encantador 10.

NOTA: 10/10
RECOMENDACIÓN: Fans del suspense. Seguidores del director. Cinéfilos.
DURACIÓN: 124 min.
AÑO: 1975
Ficha en IMDB