2009/05/24

"Pierrot Le fou": Lírica Esperpéntica

Sigo mi andadura con el peculiar cine de Jean-Luc Godard, un cineasta prolífico donde los haya que ha marcado (nos guste o no) un antes y después dentro de la manera de hacer cine, inspirando a muchos directores actuales (entre ellos Tarantino), "Pierrot Le Fou" es una película extraña, brusca, rizada, con un aire macarra impresionante, pero a su vez con un mensaje muy potente y profundo sobre la catársis existencialista de sus personajes haciendo gala de un equilibrio muy interesante de ver. Ferdinand Griffon, alias 'Pierrot' (Jean-Paul Belmondo), huye de París con Marianne (Anna Karina), la niñera a la que ha contratado su esposa (Graziella Galvani). La pareja se dirige al sur de Francia, pero el viaje se torna muy peligroso cuando les pisa los talones una banda de gángsters con los que Marianne está implicada. El libreto de la película está escrito por el propio Jean-Luc Godard cual artesano impecable en sus films. Llama la atención la indescriptible narrativa que se usa en todo el film, con saltos bruscos, diálogos muy literarios y monologistas, el uso de una puntillista voz en off que deja constancia de lo introspectivo de la historia de sus dos protagonistas. Temas como el amor incondicional a la vida, el engaño, y la perdición de Pierrot ,un personaje que ama la vida en su sencillez, pero que se ve engatusado por la preciosa Marianne, la chica sentimentalista en superficialidad, chocando en principios con Pierrot, decidida a sentir la vida siempre al límite, con lo que eso conyeva (buenas impresiones, pero llenas de violencia, visceralidad y engaño), sencillamente dos mundos que dependen mucho el uno del otro, una historia de amor no convencional que Gordard escribe sin tapujos, con guiños contínuos al espectador, el gran mareado de toda la función, pues uno no puede dejar de seguir la historia sin saber que será lo siguiente, sorprendido por este show carnavalesco (en ocasiones surrealista, esperpéntico y bizarro, no hay más que ver la escena del enano, la de la canción tipo "musical" en el bosque, o esa en la que se "parodia" teatralmente el Vietnam con aires anti-norteamericano de por medio)

En definitiva, sin ponerlos a la altura, la historia de road-movie, mezclada con gangsters de por medio, anarquía emocional y física de los protagonistas (que me traen a la memoria "Bonnie and Clyde" pero en esta ocasión al estilo "nouvelle vague" je), para un desenlace que no sorprende pero es totalmente inesperado (si, con esta contrariedad lo defino) pues es tan lírico como el subtexto que subyace todo el film, tan bizarro como la manía de Godard por caricaturizar al máximo su estilo (dando un toque que me deja boquieabierto, hay pocos, muy pocos o casi ningún film con una estética y una no-linealidad argumental tan original como la de esta película), enfoncando sus logros a sus dos protagonistas absolutos. Pierrot, interpretado por Jean-Paul Belmondo, que está estupendo en la piel del escritor intelectual pero sumido en un caos de su entorno, genial. Anna Karina me ha enamorado (no había visto aun ninguna película suya) pues cada gesto, cada mirada que brinda a la cámara y ese aire de femme fatale francés que tanto me gusta ver consigue que su personaje sobresalga bastante, y viendo el plumero de Godard, ella es el verdadero hilo conductor de toda la película, sí o sí, muy bella, carismática (esos vestidos tan remarcados para quedar impresos en el subconsciente colectivo) preciosa y acertada Anna Karina. El resto de secundarios, dan un aire variopinto al film bastante curioso, destacando por ejemplo los gangsters (entre ellos el enano, que es tan bizarro que es imposible no reirse), el hombre desquiciado y loco que Pierrot se encuentra en el muelle (y que mantiene una conversación sobre la música y los sentimientos que es para quitarse el sombrero), pero en definitiva, el reparto de dúo funciona y es alma central de la película.

Tras la cámara, la extravagancia ecléctica de Godard queda expuesta viendo ya los créditos iniciales (tan raros o más que el film), los diez primeros minutos parecen "saltar" con respuesto al nudo y desenlace de la película, pues la estética y los planos parecen casi irreales, y la narrativa parece saltar de un lado a otro en el tiempo con elipsis, cortes rápidos y la mezcla del montaje con la voz en off siendo incluso más liosa (sin contar la luz, azul y roja, con filtros, la secuencia de la fiesta es totalmente atractiva y esperpéntica en todo su conjunto), parece que hasta que Godard no se centra en la primera conversación el coche (donde parece que se presentan bien los personajes, con un excelente diálogo sobre la relación de la pareja que es de lo mejor del film) donde el film toma un rumbo muy superior, con una técnica igual de curiosa, pero más centrada en el ritmo, en la sorpresa o en alguna pretensión de Godard que pasa alguna con mucho talento, y otras con menos aciertos (señalar por ejemplo el uso de repetición de diálogo, al corte de un plano posterior al anterior donde ya se ha dicho la línea de guión, el corte intermitente y bruto de la música en la escena en la que roban el coche en la gasolinera, muy curioso de ver, o en negativo, algunos pasajes (y planos) de los protagonistas que no aportan gran cosa además, son bastante alargados). Hay de todo, planos largos (ese ya comentado en la escena de la canción, tan simpático), detallísticos y muy analizables (la escena del asesinato, con Anna Karina y las tijeras, de lo más carismático y sorprendente que tiene el film en el apartado visual, me atrajo bastante) y la especial atención que recibe Anna Karina, a veces Godard la retrata con dualidad (como creo que son los buenos directores a la hora de puntualizar un buen papel femenino) con toda la sutileza y belleza de los rostros, gestos y diálogos, o de lo contrario la frialdad, crudeza y radical destino final que conducen a ambos personajes a la perdición, o para los nostálgicos y soñadores, a la eternidad, un final precioso, donde Godard enfoca el mar liberador, tan metafórico en el cine, comparto totalmente la visión del cineasta, por lo tanto una dirección para ver y admirar.

Puntualizar como final, la partitura original, unas notas muy clásicas e inquietantes de Antoine Duhamel que va perfecta, me ha gustado mucho porque no casa precisamente con el estilo del film, pero Godard la mete a la perfección dentro de sus escenas. Esto y el montaje, que merece mención aparte. "Pierrot Le Fou" es una película más dentro de la extensa filmografía de Godard, pero creo que quedará entre mis favoritas del director por descubrirme a una Anna Karina radiante, una historia no-lineal que inspira a quien la vea, y en definitiva cine con estilo, esperpento, sí, pero a su vez lírico, es difícil de explicar, hay que verla. Un 8,7.

NOTA: 8,7/10
RECOMENDACIÓN: Cinéfilos, ver sin prejuicios. Ver en V.O.S.E.
AÑO: 1965
DURACIÓN: 110 min
Ficha en IMDB

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