2010/01/27

"Moon": Espejismos de esperanza Lunar

Impecable neoclasicismo del primerizo Duncan Jones, realizador Inglés que nos ha dado su primera obra, la interesante e infravalorada "Moon", un film de ciencia-ficción al estilo de la vieja escuela, donde los efectos especiales no son esenciales, donde un solo decorado como telón de fondo (una estación Lunar) hace y construye los giros argumentales. La hipnótica construcción de los elementos del suspense, y algo que caracteriza al género que priorizo entre mis gustos cinéfagos: La mordaz crítica al ser humano como tal, con sus consecuencias, sus egoísmos y la esperanza del cambio. Todos ellos representados en un libreto muy fresco, claustrofóbico, y como ya digo, original para los tiempos que corren, donde la ciencia-ficción ha denostado a otros derroteros más sensacionalistas. La historia, poco puedo decir para no desvelar nada y os joda la película. Moon está ambientada en un futuro no muy lejano, y nos presenta a un astronauta (Sam Rockwell) que se encuentra aislado en la luna durante un periodo de 3 años en una excavación minera. Su contrato está a punto de finalizar, pero algo empieza a ir mal y descubrirá un terrible secreto que le concierne. El guión, lo firma Nathan Parker (con la idea original de Duncan Jones), referente a lo ya dicho, el film es tremendamente frío, distante, circular como la propia Luna. El contacto o más bien, el poco contacto que el protagonista mantiene con sus seres queridos a través de videos grabados, no es lo que parece, una máquina dentro de la estación minera (En la cual Sam, el protagonista debe permanecer hasta volver a casa después de tres años de contrato) será su única compañía, una referencia directa a HAL de la inolvidable e inevitablemente presente "2001" de Kubrick, de la que el film parece tener como referencia directa en sus formas más contundentes, o estilísticas más bien (que no tan filosóficas). El guión parece ser tan equidistante como la tediosa supervivencia en la estación, el ambiente de desasosiego comienza cuando el conflicto o giro argumental hace acto de presencia. De ahí, sacaremos en claro una tela de araña que irá componiendo una forma muy directa, inteligible y aunque no es el cúlmen de todas las películas de ciencia-ficción, hay que admitir que el guión la platea con mucha seguridad, con una fuerza tremenda, con las pelotas bien puestas. Unas formas arriesgadas y valientes que respiran agusto junto con el espectador, que sentirá el desasosiego, la soledad, la esperanza y esa inmensidad en la Luna junto con los protagonistas de la historia. Hago referencia al plano donde la tierra se visualiza en un marco desolador, donde el personaje de Sam descubre que su mundo se ha descompuesto, que su esperanza de volver a casa con esa estampa terráquea en sus narices, se han esfumado cual espejismos. Y de espejismos va la cosa, nunca más lejos de la realidad. El final, expone quizás, un final acaramelado, pues la historia acaba con justicia (no molesta, la verdad, algo pesimista quizás hubiese impactado mucho al espectador, volviéndolo influenciado por esa catarsis ambiental, un total misántropo), determinando dos cosas muy críticas: Para empezar, lo mal que cuidamos no solo la tierra (en un estado total de declive energético, es por ello que "robamos" energía a la Luna en el film), sino que abusamos del individualismo que nos corroe de egoísmo, que nos convierten en vampíricos ambiciosos de codicia (de ahí el tema de las empresas jodiendo a sus trabajadores de manera alarmante). Un libreto muy interesante, como ya digo, para los films de ciencia-ficción como tal que abundan en la cartelera, no muchos, por cierto, que hagan honor a tal categoría.

El reparto, se mueve con una sola pieza de ajedrez, perfectamente pulimentada en varias facetas (Si habéis visto el film, sabréis a que me refiero), un inspirado (y para mi, desconocido) Sam Rockwell, que interpreta a Sam de manera impecable en todos los sentidos y "formas" posibles, je. Del resto, poco se puede decir que no sea puramente anecdótico, la voz de GERTY, el robot humanizado, es del gran Kevin Spacey que da bastante juego a su personaje, con esa voz tan influenciada (repito) por la gran obra de Kubrick. Menciono a la chica del film, un personaje que ayuda como apoyo espiritual a Sam desde la tierra con grabaciones, me refiero a la mujer de Sam, personaje interpretado por Dominique McElligott, bastante correcto sin más que añadir. Un reparto que no es coral, es de un solo actor, que lleva el peso de la película con sus muchos matices, pues el personaje de Sam, es todo un hallazgo interpretativo dentro de la película, que la verdad, no necesita apoyo tan solo del robot, curiosamente. Por lo tanto, gran aplauso para Sam Rockwell, actor que lo interpreta (Curiosamente con su mismo nombre).

Dirección del primerizo realizador Inglés, Duncan Jones. Un tipo al que habrá que seguirle la pista muy de cerca, pues su puesta en escena es rica, interesante y solvente en todos los sentidos. No grandes artificios técnicos con la cámara, pero creedme, no los necesita. Los cortes (abundantes) y cambios de encuadres (algunos muy penetrantes y bien escogidos) son esenciales para que el habitáculo lunar no aburra a los ojos del espectador, la cámara se recorre las galerías con pasmosa atmósfera vital, en cierta manera con libertinaje y aires nuevos cada vez que se ven las estancias, pero a su vez, este desequilibrio anárquico del prisma de Jones, es intencionadamente inquietante, libre y directo, sí, pero desolador e insisto, de una frialdad impoluta. No se podía haber hecho mejor, más allá que copiar a Kubrick, cosa que no hace nunca, o de rendir homenaje descaradamente (cosa que hace, pero sutilmente, como debe ser), el realizador se preocupa en seguir a su personaje, en contar la historia, acentuando cada detalle para que el espectador no se pierda. Una dirección directa, muy bien resuelta, un gran trabajo, donde se dan todo tipo de mensajes y juegos con la cámara con realmente muy poca cosa, no todo son los alardes de los efectos visuales chicos. La música original, corre a cargo de Clint Mansell, que con su afincado estilo compone unas notas que van muy acorde con lo eléctrico y melódico de esta Luna tan bipolar de Jones, buen score, que no logra ser épico, pero tampoco fija esa meta, quiere seguir a sus escenas junto al espectador, con misteriosos sintetizadores, bajos, guitarreos y como no, un piano mudo, lleno de sobrecarga emocional bastante introspectiva y bien pensada. No olvidemos que la atmósfera se consigue también gracias a la cuidada y medida partitura de Mansell. Destacar también el montaje, muy corto, hora y media de metraje, que se aprovecha hasta el último segundo, como ya digo, a la vieja usanza, algo que parece que los films actuales han olvidado, alargando algunas veces el chicle hasta las dos o tres horas, inexplicablemente.

"Moon" es una película fresca, que se desmarca porque (y a pesar de tener multitud de referencias al género) tiene personalidad en su trasfondo, no es ambiciosa ni pretenciosa, y cuenta precisamente una historia muy hipnótica, con carga social, llevándonos a un lugar tan escapista (pero no) como la Luna, donde el espectador se mete (sin 3D que valga) en el pellejo del sufridor, deseando volver a la tierra, deseando ser, como dicen en la película, personas. Un hallazgo que recomiendo fervientemente a todos lo que amamos la ciencia ficción, la buena. Un 10, me ha encantado y llenado (supongo que algo tendrá que ver que me esté leyendo unos relatos espaciales del genial Isaac Asimov).

NOTA:10/10
RECOMENDACIÓN: Ver en V.O.S./ Amantes del género de Ciencia Ficción
AÑO: 2009
DURACIÓN: 97 min
Ficha en IMDB

Tráiler en Youtube


1 comentario:

DASKABE dijo...

A ver si me la pasas y cae proximamente. Aunque en estos días prefiero ver cine clásico y series en casa y reservarme el cine actual para las salas cine (menos el que no pongan en versión original xP).

Saludos.

P.D: Descargando "La cinta blanca" ñiee ñiee ñiee.