2010/12/22

Funambulistas del mañana

- Sabes que me siento atrapado entre lo que proyecto y tu lejanía. Ya no siento nada por los rascacielos, el dinero o el éxito. Me da igual el cambio, la ambición. Te enfadas, pero ya nos hablábamos a gritos desde entonces, el viento ha ido apaciguando eso con el tiempo desde el principio. No comprendías el mar, tampoco a los locos de ese pueblo que se convirtió en mi celda y del cual conseguiste escapar cuando eras tan solo una niña, aplastastando mis sueños con tu puño, sin importarte lo que dejabas atrás. Nunca entendiste a los funambulistas de la supervivencia. Dormidos, muertos,  despeinados, cansados de caminar a ningún lugar, tediosos al cortar el pan, indiferentes a engordar, verse feos, dantescos, de dientes torcidos y chisteras con un as en su reverso que no dejaba de volarse hacia el oeste. Algunos lo llaman conformismo, incapacidad, fracaso. Para otros, es caminar en una línea recta, vacía de tornados, de manzanas podridas, llena de blues y guitarras que el viento te lleva, sonándote arcaicas, aburridas, tremendistas canciones del anteayer. Has cambiado y yo soy un viejo joven, ya solo nos queda la muerte y tus cabellos rubios de seda ondeando en el horizonte, imperecederos en el pensamiento, en el olvido.